Se ha realizado una nueva cubierta sobre el pórtico de la Catedral, enlazada constructiva y funcionalmente con la de la nave norte, para permitir un tránsito completo del paso de ronda histórico que discurre por el muro septentrional de la catedral y conectarlo con una nueva sala de exposiciones sobre el pórtico desde la que se asciende también a la torre.
La obra ha aprovechado los elementos estructurales históricos recolocándolos en una nueva posicion que permite el uso de la sala sobre las bóvedas del pórtico, formada por un nuevo forjado de madera apoyado en los arcos perpiaños de estas bóvedas. Se añaden nuevos elementos de madera de roble aserrada o laminada-encolada como soportes y como vigas de atado de la estructura original, y se completa con un nuevo sistema de cabios, tablero doble con aislamiento y tejado de teja cerámica con sistemas de evacuación mediante canalones de cobre.
Interiormente, el nuevo espacio ganado alberga una pasarela en rampa que lo conecta con el ascensor situado en el patio norte, para establecer finalmente un recorrido accesible completo desde la calle hasta el campanario de la torre. El espacio donde se sitúa esta rampa es continuación del paso de ronda norte, y ambos se cierran al exterior con una gran cristalera sobre carpintería metálica en bronce que permite un recorrido paisajístico rememorando el primitivo adarve que permitía contornear la ciudad en la edad media