04/11/2009
Vitoria-Gasteiz, 4 de noviembre de 2009.- Responsables de las catedrales de Santa María y de Nidaros (Noruega) han celebrado este fin de semana un encuentro en el que han puesto en común métodos de trabajo para restaurar monumentos, así como para gestionarlos. Medio centenar de personas procedentes de Noruega ha conocido el proyecto de Vitoria, que se asemeja mucho al suyo en cuanto a la idea de la conservación permanente del monumento. Al igual que la de Santa María, la catedral de Nidaros forma parte de la Asociación Europea de Arquitectos de Catedrales e Iglesias junto a casi todas las alemanas. En ella también hay una nutrida representación de catedrales de Suiza, Austria, Chequia, Polonia, Francia y Gran Bretaña.
Situada en Trondheim, la de Nidaros es la catedral gótica-medieval más al norte de Europa y una iglesia internacional de peregrinación. Construida entre 1070 y 1320, actualmente está muy rehabilitada después de cien años de restauración que aún hoy continúa. La catedral luterana de Trondheim, como también se la conoce, es uno de los principales monumentos históricos noruegos, alcanzando la categoría de icono cultural.
En su estructura organizativa y de gestión cuenta con una dirección de restauración, en marcha desde hace más de treinta años, que se encarga de toda la parte arquitectónica, de organizar un gran número de talleres estables de cantería, carpintería o de vidrieras, entre otros, así como de mantener abierta toda una línea de investigación. Además, tiene un área que se encarga de toda la gestión económica, cultural, de visitas guiadas o de la capilla musical.
Un grupo de 45 personas procedentes de la catedral noruega, entre arquitectos, restauradores, guías y trabajadores, entre otros, se ha reunido con personal de la Fundación Catedral Santa María para conocer el proyecto, e intercambiar información acerca de la restauración y de la gestión del templo. El encuentro ha sido muy fructífero para ambas partes, en palabras del director gerente de la Fundación Catedral Santa María, Juan Ignacio Lasagabaster, porque la forma de entender la restauración del templo noruego "es muy próxima a la de Santa María. Se pasa de la idea de que es un proyecto que comienza y se acaba, a considerar el monumento como algo que debe ser conservado y mantenido durante toda la vida". "Se tiene esa consideración porque son edificios que los ciudadanos utilizan. Los perciben como símbolos de la ciudad, la manera de conservarlos y utilizarlos es algo que identifica a la ciudad, es motivo de orgullo", añade.