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Notas de Prensa

13/12/2011

La Fundación Catedral Santa María ofrece una conferencia sobre la sacristía y la abre a las visitas durante la Navidad

2011/12/13 Las visitas tendrán un precio de 3 € y se pueden reservar ya en el 945 255 135

Vitoria-Gasteiz, 13 de diciembre de 2011.- Un año más, la sacristía principal de la Catedral de Santa María abrirá sus puertas al público durante el periodo navideño. Asimismo, para conocer más sobre este espacio de aspecto barroco, construido entre 1734 y 1736 y restaurado en 2008, se ofrecerá mañana miércoles una interesante conferencia a partir de las 8 de la tarde en el Palacio Villasuso con entrada libre.
 
La Fundación Catedral Santa María ofrece esta Navidad una oportunidad única. Entre el 17 de diciembre y el 8 de enero en horario de mañana y tarde se podrá visitar la sacristía principal del templo, un espacio que actualmente no forma parte del circuito de visitas. Además de disfrutar de un espacio de gran valor patrimonial, cuenta con el atractivo de poder contemplar el magnífico belén neoclásico obra de Esteban de Agreda que también se expondrá en la sacristía. Se trata de un delicado conjunto neoclásico compuesto por la figura de la Virgen María con el Niño, San José, tres pastores y tres animales. Las visitas tendrán un precio de 3 euros y es necesario hacer reserva previa en el 945 255 135 o en el Centro de Recepción de Visitantes de la Catedral.

 
Asimismo, la Fundación ha organizado para mañana miércoles una interesante conferencia que llevará por título ´La sacristía de la Catedral de Santa María. Historia y Restauración´. Los ponentes serán Juan Ignacio Lasagabaster, arquitecto y director de la Fundación, Diana Pardo, restauradora del Servicio de Restauración de la Diputación Foral de Álava, y Fernando Bartolomé, profesor de Historia del Arte en la UPV. Dará comienzo a las 8 de la tarde en la Sala Martín de Salinas del Palacio de Villasuso con entrada libre hasta completar aforo.

 
Sacristía principal de la Catedral

 
Aunque hay referencias de un edificio datado en el siglo XVI, la sacristía principal de la Catedral de Santa María se construyó en su mayor parte entre 1734 y 1736 cuando aún era iglesia colegial. De planta rectangular con los ángulos achaflanados y cubierta con una bóveda elíptica de media naranja, la sacristía fue destinada al servicio de los señores canónigos. Para su construcción se rompió parte de la muralla en la cabecera de la catedral.
 

Los resultados de los estudios indican que se ha pintado en siete ocasiones, si bien la más interesante y de mayor calidad es la primera de ellas, En la restauración del interior de la bóveda y los muros, además de sanearlos en profundidad, se trató de recuperar el detalle de los relieves y escudo y acercarse al aspecto cromático del barroco.

 
El interior de la sacristía alberga cuatro grandes cajoneras con sus correspondientes respaldares y una gran mesa central. Estos elementos se realizaron para guardar todos los ornamentos, adornos litúrgicos y vasos sagrados destinados al culto. Se ha podido comprobar, además, que las técnicas de construcción de las cajoneras actuales corresponden al siglo XIX, lo cual hace suponer que sustituyen a una anterior del siglo XVIII. Los respaldares fueron elaborados con anterioridad, en 1734, y corresponden al amueblamiento original barroco de la sacristía.
 

Tras la restauración del mobiliario de la sacristía, se puede volver a disfrutar de la policromía original de los respaldares. Es la obra más temprana y atrevida que nos encontramos en Álava en esta línea decorativa. El color azul mezclado con los dibujos en tonos plateados y dorados son los principales protagonistas del conjunto de escenas chinescas que cubren los fustes de las columnas y los fondos.

 
Los respaldares se complementan con un conjunto pictórico compuesto por un apostolado que va colocado entre las columnas y que representan a San Bartolomé, San Felipe, Santiago el Mayor, Santo Tomás, San Pablo, San Mateo, San Juan, San Simón, San Pedro, San Pedro el Menor y San Andrés. En las urnas centrales de cada uno de los cuatro respaldares se cobijan también imágenes de San Antonio de Padua, San Vicente Ferrer, un Crucificado pintado y San Juan Nepomuceno. Otras piezas artísticas reseñables son los ocho medallones con los padres y doctores de la iglesia. Se conserva, asimismo, un reloj inglés probablemente de mediados del siglo XVIII.