Ante el grave deterioro de los cimientos se acometió una obra de emergencia para su refuerzo lateral, con encamisado mediante muros de mampostería y hormigón armado (esto sólo en un caso), que impidiera su posible colapso por desplazamiento lateral debido a los empujes de los pilares. La obra correspondiente se efectuó entre los años 2002 y 2003, con un resultado muy efectivo, ya que desde entonces no se ha apreciado la aparición de nuevos daños ni en los pilares ni en los cimientos.