Como finalización de las obras de estabilización estructural de la Catedral se acometió una serie de obras de distintos tipos que habían de permitir de inmediato la retirada de los apeos provisionales dispuestos durante las obras anteriores.
Tales obras han consistido en: refuerzo del cimiento de los pilares del presbiterio y el crucero mediante un forro perimetral de mampostería rematado por un encadenado de cantería caliza de entre 50 y 60cm de espesor, preparado para recibir los apoyos de los pilares que sujetarán los futuros arcos, encadenados y bóveda del crucero; reparación del contrafuerte de la portada de Santa Ana, sustituyendo la reparación anterior -años 1960s- por una nueva hoja exterior de sillería caliza de 30cm de espesor, reparando su cimentación y su trabazón con la fábrica existente; recolocación de los arcos y bóvedas del brazo sur del transepto, para conseguir una nueva curvatura de los arcos que les confiera una mayor capacidad resistente; atirantado provisional perimetral del brazo norte del transepto, a la altura del triforio, mediante dos cables tensados anclados en los pilares del crucero.
