23/07/2009 Los tres turnos de una semana de duración organizados han tenido todas sus plazas completas
Vitoria-Gasteiz, 23 de julio de 2009.- Sesenta niños y
niñas de entre 8 y 11 años de edad han aprendido durante el mes de
julio arte, historia y arquitectura a la vez que se divertían gracias a
las colonias de manualidades organizadas por la Fundación Catedral
Santa María. Durante una semana cada grupo ha visitado el templo y la
muralla, fabricado campanas, hablado con los arqueólogos y descubierto
cómo se restaura un edificio enfermo.
Mañana viernes finalizará el último de los tres turnos de colonias
infantiles organizadas en la Catedral de Santa María con un éxito total
de participación. Así, esta primera edición en la que las colonias han
tenido una duración de cinco días, de lunes a viernes de 10 a 13 horas,
los tres grupos han estado completos y todas las plazas ofertadas
cubiertas.
Los talleres han sido bilingües y han permitido a los chavales hacer
pequeñas visitas a diferentes puntos de la catedral. Después de
recorrerlo han desarrollado actividades plásticas que les han ayudado a
comprender los problemas que tiene el templo, la labor que se realiza
en él y la importancia de la conservación del patrimonio. Además, con
ellas han desarrollado su creatividad e imaginación, y se han llevado a
sus casas los trabajos como recuerdos de su estancia durante cinco días
en la catedral.
Con la colaboración de monitoras de la Fundación, los pequeños han
jugado y elaborado una camiseta con el logotipo de la catedral que les
ha servido como uniforme de trabajo durante toda la semana y para
identificar a su grupo. Además, han podido charlar con el director de
la Fundación, Juan Ignacio Lasagabaster, que les ha iniciado en las
obras de restauración, así como con técnicos y arqueólogos a pie de
obra. Han recorrido el tramo recuperado de la muralla medieval y han
elaborado su propia muralla con materiales reciclados; han imaginado
las policromías del pórtico y las han pintado a su gusto, y han jugado
a ser campaneros, fabricando incluso su propia campana a la que han
puesto nombre.
En definitiva, una experiencia muy enriquecedora tanto para los niños y
niñas participantes como para el personal de la Fundación que
ha trabajado con ellos y que se repetirá en próximas ediciones.