23/05/2008
Vitoria-Gasteiz, 23 de mayo de 2008.-
El escritor Julio Llamazares presentará el próximo miércoles en Vitoria
‘Las rosas de piedra’, un viaje sin precedentes por España a través de
sus catedrales, entre ellas el templo gótico vitoriano. La charla, que
tendrá lugar en el pórtico de la catedral a las 20 horas, se enmarca
en la programación “Encuentros con la Catedral” organizado
por la Fundación Catedral Santa María. La entrada será libre hasta
completar aforo.
“Éste es un viaje en el tiempo y en la
geografía (...) Lo emprendí cuando comenzaba el tercer milenio y lo
acabaré algún día, espero, después de haber recorrido todas las
catedrales de este país”, asegura Julio Llamazares al principio del
primer volumen de Las Rosas de Piedra, en el que se ha ocupado de las
catedrales de la mitad norte de España y que prevé completar con una
segunda parte en la que ya trabaja.
En el caso de la Catedral
de Santa María de Vitoria, puede verse al viajero indagando en “las
interminables obras de la catedral de Vitoria, la de los 5.000 millones
para la restauración. Es el signo de estos tiempos donde los que más se
quejan son los que más reciben”, dice el autor, que presta singular
atención al pulso político de la calle haciendo hincapié en el hecho
diferencial.Fiel a la idea que Llamazares guarda de España, el escritor
realiza seis viajes en los que señala sus propias fronteras
sentimentales porque su viajero narrador no cree “en otras fronteras
que las que le dicta el gusto”.
El primer viaje le lleva a
Galicia. Santiago, Tuy, Orense y Lugo preceden a su incursión en la ex
poderosa diócesis de Mondoñedo, donde pervive aún un feudalismo
encubierto y donde alienta el espíritu de la Galicia de siempre. En El
reino perdido que unió Asturias y León, encuentra las catedrales de
Oviedo, León con sus piedras enfermas, Astorga, Zamora, las dos de
Salamanca y Ciudad Rodrigo, el que dicen que es el menor obispado de
España.
Donde la vieja Castilla es el capítulo dedicado a la catedral quemada
de Santander, que da paso a la filigrana de Burgos, y las de Valladolid
y Ávila antes de alcanzar los templos de las tres capitales vascas, el
de Pamplona, Calahorra y conocer la historia del gallo y de la gallina
que viven en la catedral de Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja.
Aragón de norte a sur azuza sus recuerdos, y de la perla de los
Pirineos, en Jaca, a la pobreza de la catedral de Albarracín, pasando
por la abrumadora mole del pequeño Vaticano que es el Pilar, Aragón le
hace evocar las liturgias que él practicó siendo niño. El cierre a este
primer volumen lo ponen Las seos de Cataluña, con las de Lérida,
Barcelona, Gerona o San Feliu de Llobregat, entre otras.