17/03/2010
Vitoria-Gasteiz, 17 de marzo de 2010.- Las visitas guiadas a la Catedral de Santa María cuentan desde el viernes con un nuevo atractivo. La Capilla del Santo Cristo, una capilla del siglo XVII adosada a la nave central del templo, se abre al público una vez acabadas las obras de restauración. El proyecto y la dirección técnica de los trabajos han sido llevados a cabo por el equipo técnico de la Fundación y los casi 365.000 euros de inversión, financiados íntegramente por el por el Plan E de activación económica del Gobierno Central aportados a través del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz que seleccionó el proyecto junto con otro medio centenar.
La Capilla del Santo Cristo fue fundada en el siglo XVII por la familia Galarreta. Se trata de un espacio de planta octogonal que se adosa a la nave norte de la Catedral. Su construcción se debe a la traza enviada por Martín de Galarreta desde Flandes y ejecutada por los maestros canteros Pedro de Amezti y Juan Ansola Ibaiguren entre 1661 y 1663. La parte exterior es de piedra arenisca de la Sierra de Elguea y el interior está construido con sillares de caliza blanca de Ajarte y solado en damero de caliza blanca y negra de Anda.
Su restauración se ha basado en el principio de mínima destrucción de lo que ha llegado hasta nosotros, limitando las obras a una limpieza de los materiales y reduciendo en lo posible sus sustituciones. Cuando esto no ha sido posible, se ha recurrido a los mismos materiales y técnicas que se emplearon en la construcción original, siguiendo el mismo criterio de restauración que se ha llevado a cabo hasta ahora.
Obra ejecutada
Antes del comienzo de la restauración, al desmontar la cubierta de teja, se conoció la existencia previa de una cúpula construida en el siglo XVII para su visión desde el exterior y que en el XVIII había quedado oculta. Esta cúpula se remataba entonces con una linterna (torre pequeña que se pone como remate en algunos edificios) que alumbraba el interior de la capilla. Con este descubrimiento se replanteó el objetivo del proyecto para recrear la linterna original en base a las evidencias constructivas encontradas.
Los trabajos, que se han prolongado durante ocho meses, han consistido además en la consolidación de la fachada este, muy deteriorada por un incendio sufrido en el siglo XX, así como la sustitución general de las juntas de mortero cemento por unas nuevas de mortero de cal, y la evacuación de aguas en el hueco entre la capilla y la catedral.
En el interior, además de la limpieza generalizada de los sillares y reposición de juntas, destacan las actuaciones de restauración de la pila bautismal, el escudo e inscripción de los Galarreta y la reja metálica de acceso.
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz incluyó este proyecto entre las obras presentadas al Gobierno central para su financiación en el marco del Plan E de reactivación económica a propuesta de la Agencia para la Revitalización Integral de la Ciudad Histórica de Vitoria-Gasteiz. La rehabilitación de la Capilla del Santo Cristo se presentaba como una oportunidad para intervenir en uno de los elementos de mayor interés cultural del templo. Un espacio acotado, diferenciado del resto del edificio en su cronología y en su arquitectura (se trata de una muestra singular de la arquitectura barroca flamenca) y con un uso como baptisterio que complementa a la nueva cripta de los Obispos ya habilitada anteriormente por la Fundación en su parte inferior.
Patrimonio mueble
Entre el patrimonio mueble originariamente colocado en la capilla, destaca el cuadro Lamentación sobre Cristo muerto, una pieza atribuida al pintor flamenco Gaspar de Crayer que se cree fue instalada en 1663. Tras varios cambios de ubicación dentro de la propia catedral, actualmente esta pieza se expone en el Museo Diocesano de Arte Sacro. Asimismo, destaca una imagen de Cristo Crucificado de grandes dimensiones que debió ser realizado en la segunda mitad del siglo XVI y que, no se sabe cuando con exactitud, fue traslado al crucero norte. Además, pertenecía a esta capilla el Nuevo retablo de Cristo, que data de 1775 y del que solo queda el escudo, el Relicario del Lignum Crucis, una pieza de 1672 actualmente en la sacristía de la catedral, el cuadro del Entierro de Cristo, una copia de un famoso cuadro de Caravaggio, y algunas piezas de plata y ornamentos sagrados para su uso en las celebraciones. Actualmente y debido a las obras de restauración del templo, ninguna de estas obras a excepción del Relicario del Lignum Crucis se encuentra en la Catedral de Santa María, si bien está prevista su reincorporación al templo en un futuro.