28/01/2011
Vitoria-Gasteiz, 28 de enero de 2011.- Con la celebración del 150 aniversario de la Diócesis en el horizonte, este año estará marcado por los trabajos para concluir una espectacular bóveda de mármol negro, al nivel del suelo de la nave, sobre la que se situará el altar y que se convertirá en uno de los principales atractivos de la Catedral de Santa María para 2012. La instalación del suelo del crucero y el presbiterio, unido a la habilitación de un recorrido guiado por el subsuelo del templo que ofrecerá al público una nueva visión del pasado de la ciudad, permitirán compatibilizar la actividad litúrgica con la cultural.
Desde sus orígenes el proceso de restauración integral del templo vitoriano ha contemplado la recuperación para el uso público de la mayor parte de los espacios arquitectónicos del edificio, dentro de un plan de usos general en el que se considera la doble vertiente religiosa y cultural. Precisamente con este objetivo, el pasado verano se firmó un pacto inédito entre el Obispado y la Fundación para la cesión de uso por un periodo de 30 años.
En este marco se sitúa la obra más importante que ahora se está acometiendo, el proyecto de cripta y forjados del transepto, que tiene como objetivo preparar los espacios necesarios para la reapertura al público de la catedral en los primeros meses del próximo año, tanto en su vertiente religiosa como en la cultural. Este proyecto ha sido redactado por la oficina técnica de la Fundación Catedral Santa María, que dirige Juan Ignacio Lasagabaster, con un presupuesto de 1,75 millones de euros y adjudicado a la empresa Artemón Técnicas de Arquitectura Monumental. Está previsto que las obras finalicen el próximo otoño.
El suelo de la catedral
La recuperación del suelo principal de la iglesia completa la iniciada con la construcción de los forjados de las naves durante los años 2007 y 2008, obra en la que se dispuso de un sistema de estructuras de madera de roble apoyadas en arcos de cantería sobre las cimentaciones previamente restauradas. Este mismo modelo se repetirá ahora en la construcción del piso del transepto y la girola, con nuevos arcos de cantería caliza blanca y forjados de roble. Para concluir esta parte del trabajo se colocará un nuevo solado entablado de roble sobre todos los forjados, incluidos los de las naves anteriormente restauradas.
Sin embargo, este piso tendrá un tratamiento especial, tanto en lo constructivo como en lo formal, en la zona del crucero y el presbiterio donde ha de situarse el punto central del culto. En esta parte destaca la colocación de una gran bóveda de cantería de caliza negra, un tipo de estructura que no se construye en estas dimensiones desde el siglo XIX. Tendrá planta en forma de cruz latina y estará elevada 60 centímetros sobre el nivel general de la iglesia con el fin de situar sobre ella los elementos principales del culto: el altar para el oficio, el ambón de la palabra, la sillería del coro de canónigos, la sede del obispo de Vitoria y las imágenes sagradas.
Historia de la ciudad
Por su parte, en la cripta, la excavación arqueológica del interior de la catedral y de gran parte de su entorno exterior, realizada entre los años 2000 y 2009 por el Grupo de Investigación en Patrimonio Construido de la EHU-UPV dirigido por Agustín Azkarate, ha sobrepasado las expectativas iniciales, y han puesto al descubierto una secuencia de construcciones que muestra la historia de la ciudad desde su nacimiento en la Alta Edad Media hasta la construcción del edificio. La excavación ha supuesto además la recuperación de un espacio literalmente sepultado hasta ahora bajo la cabecera de la catedral. Esto permitirá habilitar en los sótanos de las capillas de la girola y del transepto diez salas de exposiciones comunicadas mediante un sistema de pasarelas y escaleras, que estará complementado con dos plataformas elevadoras adaptadas para su uso por personas con movilidad reducida, todo ello sobrevolando los restos arqueológicos situados en el fondo de la excavación.
El principal espacio expositivo estará formado por una gran sala diáfana en toda la nave del transepto, de unos cincuenta metros de longitud, catorce de anchura y entre cinco y ocho de altura, donde se encuentra el foso defensivo de la primera muralla de la ciudad, del siglo XII, y otros restos de construcciones anteriores. Se ganarán así cerca de 800 metros cuadrados distribuidos en dos plantas subterráneas. Este espacio se convertirá en el mejor de los escenarios para explicar la evolución del urbanismo de la primitiva Gasteiz hasta su traza actual; la construcción del impresionante sistema defensivo; la evolución de las distintas técnicas constructivas y de las prácticas funerarias.
A esta zona visitable se podrá acceder desde los edificios de la calle Cuchillería, donde en el futuro se situará el centro de interpretación y acogida de visitantes, y desde el cantón de Santa María en conexión con el sistema de ascensores que llevará hasta la torre a través del pórtico, y que se está ejecutando en la actualidad.
Al finalizar esta obra, junto a las que promueven la propia Fundación, la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, se podrá contar con todo un itinerario arquitectónico que, comenzando por la excavación arqueológica de los restos anteriores a la construcción del templo y finalizando en el campanario-mirador de la torre, recorrerá las naves de la catedral, su pórtico y los distintos pisos interiores de la torre. Todos esos espacios serán accesibles para personas con discapacidad y se enmarcarán dentro de un circuito de visitas en parte guiado y en parte abierto.
Las imágenes virtuales con el resultado final de los trabajos se pueden descargar en la web: www.catedralvitoria.com/boveda.zip