22/03/2011
Vitoria-Gasteiz, 22 de marzo de 2011.- La torre de la Catedral de Santa María luce completamente sin lona por primera vez en siete años. La finalización de los trabajos de restauración permiten verla en su integridad, completamente recuperada exteriormente, mientras se mantienen los trabajos para hacer su interior accesible. Esto permitirá volver a incorporarla al ´Abierto por Obras´ y que vuelva a ser la atalaya de la ciudad desde la que disfrutar con impresionantes vistas de la ciudad e incluso de la Llanada Alavesa.
Tras cerca de siete años cubierta con andamios y lonas de diferentes tonalidades, la torre de la Catedral de Santa María vuelve a mostrarse en todo su esplendor. Años de trabajo permiten ya mirar al futuro más cercano. El objetivo principal de todo el proyecto de recuperación integral del templo es hacer accesibles y visitables cuantos espacios sea posible teniendo siempre en cuenta las limitaciones de un edificio de estas características. De ahí que a lo largo de este ejercicio se vaya a acometer una importante actuación para incluir la torre en el itinerario de visitas.
Hasta ahora sólo es posible llegar a lo alto del campanario, y de aquí al chapitel y su linterna, subiendo una escalera de caracol estrecha y empinada, de muy difícil ascenso y aún peor descenso, que cuenta con 109 escalones, a los que hay que sumar otros 53 hasta el cuerpo de campanas. Esta escalera de caracol conduce durante veinte metros desde el nivel de la Catedral hasta el nivel intermedio del cuerpo de la torre, a la altura de las cubiertas de la nave de la iglesia; a partir de este punto, la escalera de madera interior recién restaurada salva otros diez metros para llegar al campanario, ocho más para llegar al arranque del chapitel y otros siete en el interior de éste hasta la linterna final. Aunque estos últimos espacios no se podrán hacer accesibles porque ello implicaría un daño al monumento no compatible con su conservación integral, lo cierto es que en todo el cuerpo rectangular principal sí cabe la posibilidad de encajar un sistema de acceso interior que permita la visita a las personas con movilidad limitada.
Nueva escalera interior y ascensor
El nuevo sistema de accesos se compone de una gran escalera interior y un ascensor practicable. Para colocarlo se va a aprovechar el hueco de la antigua maquinaria del reloj, un espacio no muy grande pero que permite colocarlo sin alterar la estructura original. Ambos arrancarán sobre el pórtico. La escalera llegará hasta el nivel que ahora alcanza la escalera de caracol y el ascensor llegará hasta el campanario. En este punto se han eliminado ya las barreras arquitectónicas y se puede hacer una visita completa tanto de su interior, contemplando las campanas en su ubicación original, como de la balconada exterior, desde la que se tiene una panorámica de 360 grados sobre Vitoria y la Llanada alavesa y que se habrá de convertir en la atalaya de la ciudad, un mirador privilegiado.
La escalera se construirá con madera maciza de roble y, durante su recorrido se asomará al exterior a través de un nuevo lucernario situado sobre los tejados del pórtico, mirando al norte de la Catedral, de manera que el visitante podrá hacerse una mejor idea de su orientación espacial dentro del conjunto del edificio. Por su parte, el ascensor tendrá capacidad para seis plazas y una cabina acristalada que permitirá al usuario tener una visión dinámica del edificio mientras asciende o desciende a su través, mostrando detalles inusuales como las técnicas constructivas empleadas en la obra, tanto las históricas como las actuales. Los trabajos previstos para este año cuentan con un presupuesto de 451.000 euros que será cofinanciado entre la Fundación Catedral Santa María, cuyo patronato está formado por la Diputación Foral de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y el Obispado, el Ministerio de Cultura y el Gobierno Vasco.
Estos trabajos permitirán que, en menos de un año, se pueda incorporar el conjunto de la torre al programa de visitas guiadas. Está previsto que se puedan recorrer los espacios situados sobre las bóvedas del pórtico y los distintos niveles interiores de la torre hasta llegar al campanario donde se podrá disfrutar de una vista inigualable.
Reloj y campanas
Como se puede apreciar desde la calle, las campanas del campanario no se encuentran en su ubicación original. Están situadas en la plaza de Santa María, donde pueden ser vistas por el público, hasta que se decida acometer su restauración. Por el contrario, las tres campanas del reloj, de horas y de los cuartos, situadas en lo alto del chapitel, han sido restauradas in situ y se encuentran en perfecto estado tanto material como de funcionamiento. Asimismo, se ha limpiado la maquinaria del reloj, reponiendo alguna pieza dañada de sus engranajes, y a medio plazo se instalará y se colocarán nuevas esferas de vidrio que sustituyan las de plástico sin valor ya retiradas.
Criterios de conservación
En los últimos años en la torre se ha trabajado de arriba a abajo manteniendo los dos criterios principales de aplicación en el conjunto de la obra de la Catedral: conservar el máximo de los materiales históricos como manera de mantener la memoria temporal del edificio latente en ellos; y reponer o añadir nuevos elementos empleando materiales y técnicas de construcción similares a los existentes como modo de dar continuidad al conjunto, tanto estructural y constructiva como formal y pasajística.
Entre las intervenciones llevadas a cabo entre 2007 y 2011 destaca la restauración de las fábricas de piedra, la limpieza de la costra producida por la acumulación de depósitos químicos, la recuperación de las zonas más degradadas de los arcos del campanario dañado estructuralmente por el incendio del siglo XIX o la restauración de las cubiertas y la de las estructuras de madera interiores, entre otros trabajos.